La COP27 o Cumbre Mundial de Medio Ambiente organizada por las Naciones Unidas, deja en este año un sinsabor, tras la polémica que desató la falta de acciones concretas, las llegadas de los mandatarios en jets privados que son altamente contaminantes o el patrocinio de Coca Cola, uno de las principales marcas que aportan plástico al mundo.

Tras dos semanas de reuniones y luego de un alargue de dos días, hoy domingo 20 de noviembre finalizó  la COP27 desarrollada en Sharm el-Sheik, Egipto. Según los reportes cerca de 45 mil personas de más de 200 países asistieron al encuentro. Algunas voces aseguran que no fue la mejor cumbre de Medio Ambiente, ya que las acciones desarrolladas no fueron claras y muchos tildaron al evento de promover el «Greenwashing» terminó empleado para definir a las empresas y organizaciones que posan de ambientalistas solo para tener beneficios pero que sus acciones no son claras o son nulas.

Para Manuel Pulgar-Vidal, Líder Global de Clima y Energía de WWF y exministro de ambiente de Perú: “Es inaceptable que los negociadores no hayan logrado llegar a un acuerdo más ambicioso que aquel al que llegaron en Glasgow el año pasado”.

Algunos de los acuerdos que logró la cumbre fueron las siguientes: 

  1. Se creará un fondo para los daños y pérdidas causados por cambio climático:

Este fondo se venía buscando desde hace tres décadas y lo que quiere es que las naciones más ricas y que generan más emisiones de gases de efecto invernadero, aporten recursos para costear las “pérdidas y daños” que sufren los países vulnerables y menos desarrollados.

Sin embargo, en las discusiones no se mencionó con claridad cuáles serán los países que deberán destibar estos recursos y tampoco el monto con el que debería contribuir.  El próximo año, un comité de representantes de 24 países trabajará para definir esos puntos y dar forma a este nuevo fondo.

2) El desuso de combustibles fósiles cerca pero lejos:

Una de las grandes desazones que dejó la COP27 tiene que ver con los combustibles fósiles. Muchos gobiernos y activistas esperaban que se hiciera explícita la necesidad de reducir su uso gradualmente en el texto final, algo que, pese a los esfuerzos, no fue posible.

“Al no acordar la eliminación gradual de los combustibles fósiles en la COP27, los líderes han perdido la oportunidad de acelerar la toma de acciones, lo que nos mantiene en camino hacia la catástrofe climática. Sin recortes de emisiones rápidos y profundos, no podemos limitar la escala de pérdidas y daños”, dijo Manuel Pulgar-Vidal, de WWF, y expresidente de la COP20.

Entre los obstáculos que hubo para incluir esta idea en el texto que resultó de la cumbre climática, estuvo el lobby de las compañías de hidrocarburos, que este año llevaron varios centenares de cabilderos a Egipto. Como lo habían revelado las ONG Corporate Accountability, Corporate Europe Observatory y Global Witness, hubo 636 lobbystas de este sector, una cifra 25% mayor a la que hubo el año pasado, en la COP26. Shell, Chevron y BP fueron algunas de las empresas que llevaron funcionarios.

Además, la idea de enfatizar en la eliminación gradual de los combustibles fósiles, unos de los mayores culpables del cambio climático, tampoco cayó muy bien entre los países que son mayores productores de crudo. “No debemos apuntar a las fuentes de energía; debemos centrarnos en las emisiones. No deberíamos mencionar los combustibles fósiles”, dijo, por ejemplo, un delegado de Arabia Saudita el viernes, según el diario británico The Guardian.

3) La Meta de 1.5 ºC

Se reafirmó el compromiso de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 grados Celsius para fin de siglo por encima de los niveles preindustriales, lo cierto es que es una meta difícil de lograr si no se busca un camino para dejar de utilizar los combustibles fósiles.

Aun así, esta cumbre climática dejó ver un esfuerzo de varios países por mantener los compromisos para no superar ese umbral. El representante de la Unión Europea, por ejemplo, amenazó el viernes con romper con la COP27 y abandonar la reunión si no se mantenían en el documento final los compromisos para no sobrepasar el límite de 1,5 grados Celsius.

“Los socios de la UE están aquí para traer un buen resultado. Preferimos no tener una decisión que tener una mala decisión”, había dicho el vicepresidente de la Comisión Europea, Franz Timmermans. “Estamos preocupados por algunas de las cosas que hemos visto y escuchado”.

Estas posturas dejan una pequeña esperanza para el 2023. Como dijo Kathy Jetnil-Kijiner, la Enviada Climática de las Islas Marshall, que podrían coalpsar si la temperatura aumenta más de 1,5°C, “el texto actual no es suficiente. Pero hemos demostrado con el fondo para pérdidas y daños que podemos hacer lo imposible. Así que sabemos que podemos volver el próximo año y deshacernos de los combustibles fósiles de una vez por todas”.

 

 

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