Norma Lucía Piña fue escogida como la nueva presidenta de la Suprema Corte de México, el máximo organismo judicial del país. La elección, que fue llevada a cabo por los magistrados miembros de la Corte, fue calificada por Piña como “romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal” en referencia a la desigualdad y violencia de género en esa nación.

Con un total de 11 votos, Piña recogió 6 a su favor para quedarse con la plaza de la presidencia de la Corte, cargo que ocupará hasta 2026. Fue la escogida entre otros cinco aspirantes a quedarse con la presidencia del alto tribunal.

Norma Piña es abogada titulada de la Universidad Autónoma de México. Perteneció al círculo político del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, y desde 2015 hace parte de los banquillos de la Suprema Corte de Justicia. A partir de hoy tendrá que asumir las funciones presidenciales de la máxima entidad judicial del país.

La elección generó polémica. El proceso para elegir un nuevo presidente de la Corte estuvo inmerso en varios cuestionamientos sobre la transparencia y la hoja de vida de algunos candidatos. Varios medios críticos del Gobierno acusaron a Yasmín Esquivel, otra de las candidatas al puesto, de haber plagiado su tesis de graduación hace 30 años.

 

 

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