La Secretaría de Ambiente adelanta una campaña educativa a través de la cual da a conocer a la ciudadanía la diversidad de fauna y flora que habita en Bogotá, con el objetivo de promover su conservación y cuidado.

Es por ello que en esta ocasión queremos presentarte al Cordoncillo o (Piper bogotense), una planta nativa de Bogotá que se conoce por sus propiedades medicinales, pues es utilizada como cicatrizante, antinflamatorio y analgésico.

Lo que quizás no se conoce de esta planta es que cumple una función importante a la hora de preservar la vida de los ecosistemas capitalinos, pues su estructura se renueva y descompone fácilmente, generando una perfecta circulación de nutrientes que hacen que el suelo sea fértil.

Además de servirle al ser humano como planta medicinal, los frutos del Cordoncillo son fuente de alimentación de aves nativas y migratorias. También es refugio para los animales y se puede apreciar en los Cerros Orientales, zonas rurales, rondas de ríos y quebradas, y en los humedales de Bogotá.

 

 

 

 

El tiempo de vida promedio de esta planta es de 10 a 20 años, tiempo en que esta planta no solo mejora las condiciones físicas y químicas de los suelos, sino que permite que se establezcan allí nuevas especies vegetales y animales.

 

El Cordoncillo puede alcanzar una altura de hasta ocho metros, sus flores son de tonos crema y sus frutos de color amarillo. Florece entre marzo y mayo de cada año y su cosecha se da en las temporadas entre julio y agosto.

Esta planta es nativa del continente americano y es común observarla en las cordilleras andinas, en terrenos ubicados entre los 1300 y 3200 metros de altura sobre el nivel del mar.

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